Toca pensar en el amor. ¿Cómo amas, qué amas, a quién amas? Se puede contestar con respuestas aprendidas o desde el corazón, se dar respuestas formales o existenciales... Hoy Jesús y su palabra lo dejan claro: A Dios hay que amar... pero la puerta, el acceso al Misterio, es siemrpe el otro.
Buena semana, un abrazo