Nada de piedras. Antes de señalar, revísate. Antes de condenar, siente la misericordia recibida y aventúrate en la experiencia del amor. No es fácil, a Jesús le costó una muerte con pasión y el discípulo no es más que el maestro...pero seguro que ves el nuevo horizonte que se abre. ¡Feliz semana!. Un abrazo