Aunque parezca que no hay sentido ni horizonte, lo hay. La vida siempre se abre paso porque la vida es Dios... esa es la Pascua que hoy se prefigura en el impresionante relato de la mujer, del género humano, sorprendido en pecado, en el mal. Merece la pena reflexionarlo.
Un abrazo fuerte y buena semana